PASO 1.- ¿QUIERO DIVORCIARME?
Aunque parezca una tontería, lo primero es tener claro que lo qué es lo que se quiere conseguir y qué es lo que se consigue con un divorcio.
Si no tenemos claro si queremos divorciarnos o no, el abogado seguramente no es el profesional apropiado, quizás es el momento de plantearse acudir a terapia de pareja, que puede ayudar a tener claro si la pareja puede continuar o si efectivamente, acudir al divorcio puede ser la mejor solución.
PASO 2.- ME DIVORCIO ¿QUÉ VOY A CONSEGUIR CON EL DIVORCIO?
Una vez que tenemos claro que la pareja no funciona y que queremos un divorcio, tenemos que tener claro que el divorcio sirve para poner fin al matrimonio, por lo que ambos en un futuro podrían contraer nuevo matrimonio, si lo desean.
Con el divorcio se regula el uso del domicilio familiar, la custodia de los hijos, si los hay, la contribución a los gastos familiares que debe asumir cada cónyuge (aquí encajan las pensiones de alimentos a los hijos, por ejemplo), si se fijan pensiones compensatorias.
Solamente en los casos de divorcio de mutuo acuerdo, puede hacerse la liquidación de gananciales (en el caso de haberse casado en este régimen), en el mismo procedimiento en que se produce el divorcio, de otra forma tendrán que hacerlo en un procedimiento distinto.
Es decir, con el divorcio regulamos las relaciones familiares y las cuestiones económicas, más básicas.
PASO 3.- ESCOGER LA OPCIÓN QUE MÁS ME CONVIENE
Esto lo podemos hacer de mutuo acuerdo, si los dos miembros de la pareja consiguen ponerse de acuerdo sobre estos asuntos, es el sistema más rápido y económico, En algunos casos, puede hacerse incluso ante notario.
Si no es posible ponerse de acuerdo, tendremos que acudir a un procedimiento contencioso.
En el procedimiento contencioso, cada parte defiende su postura, y el Juez decide, pero si antes de la vista, las partes alcanzan un acuerdo, pueden evitar que sea un Juez el que decida por ellos.
PASO 4.- RECOPILAR LA INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN QUÉ NECESITO
Optemos por la vía por la que optemos, siempre conviene tener clara cual es la situación laboral de ambos, la disponibilidad de horarios, los horarios escolares y de actividades de los hijos, la posibilidad de acceder a un alquiler de quien abandona el domicilio, la situación económica de la pareja: los salarios de cada uno, los gastos familiares (escolares, suministros, ...), las deudas, préstamos pendientes de pago, si hay hipoteca...
Es necesario ser realistas con todos estos extremos, para que el divorcio sea una solución y no una nueva carga que sumar a la ruptura de la pareja.
PASO 5.- LLAMAR AL ABOGADO
Una vez que tenemos claro que el divorcio es nuestra solución, el Abogado va a aclararnos las dudas que tengamos sobre cualquiera de estos extremos y analizará con nosotros lo que más nos conviene.
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